Y una se va resignando...
Y una se va resignando...
A verte sin poder tenerte
A amarte y ni siquiera tocarte
A no sentirte 'aquí' en cada momento
A saberte en otro lugar, 'allá' en la lejanía…
Y una se va resignando…
A que tus labios no besen los míos
A que tus manos no se pierdan en mi carne
A que tu aroma tan solo lo conozcan mis sueños
Y una se va resignando
A morir cada día que va pasando
A reinventar el amor flotando en el viento
A no sentir tu cálida mirada besándose con la mía
Y una se va resignando…
A tener que contener las lagrimas
A inventar noches de amor entre tus brazos
A acallar la tristeza, a enmudecer los anhelos
Y una se va resignando...
A reinventar caricias cada día
Solo para no oír gemir el alma herida
por quererte tanto y ¡no poder tenerte vida mía!
María Sena
15/03/2015
Un poema precioso lleno de sensibilidad, te felicito.Besicos
ResponderEliminarGracias Charo, agradezco tu cariñoso comentario.
EliminarBesicos
Tanta resignación puede producir mucho dolor Maria.
ResponderEliminarUn beso.
Si querida Conchi, así es...
EliminarY una se pregunta, ¿valdrá la pena seguir amándole así?
Y una se pregunta ¿sera que el amor es un dulce morir?
Un abrazo.
Si querida Conchi, así es...
EliminarY una se pregunta, ¿valdrá la pena seguir amándole así?
Y una se pregunta ¿sera que el amor es un dulce morir?
Un abrazo.
Resignación ante esa ausencia de caricias, a contener esas lágrimas, a esa ausencia permanente que nos hace tanto daño y que convierten a la noche un amargo aliado de nuestros deseos incumplidos y de esa presecia constantemente imaginada.
ResponderEliminarPreciosos Versos llenos de Ternura y Sensibilidad.
Abrazos y Besines.
Gracias querido amigo por tan bello comentario.
EliminarA veces querido Pedro, la noche vestida de ausencia
se cuela en el alma y la pellizca hasta hacerla llorar.
Es una una alegría verte por aquí, te envío cariños.